Sabores del Alma

¿Porqué será que solo esta época del año nos recuerda que hay que revisar nuestras acciones, nuestros errores o nuestros aciertos?  Pero sobre todo, el fin de un año, nos cuestiona ¿quienes somos y para adónde vamos? Como que nos acostumbramos a esperar este tiempo, y todos los días restantes evitamos pensar o enfrentarnos a estas cuestiones. No se si es la edad o es el momento, pero me he dado el tiempo de escucharme y entenderme, pero sobre todo, perdonarme. La vida, lo vuelvo a repetir, me ha dado la oportunidad de conocer gente maravillosa, y he aprendido tanto, que a veces es difícil asimilar que ya son 15 años de andar por el mundo experimentando tantas y tantas emociones y aprendizajes. De nuevo llegó a mi una mujer que no podía ser más simple y humilde, que me impresionó mucho conocerla; sobre todo su mirada siempre profunda y llena de mensajes, de paz. Su saludo no fué darme la mano, si no una reverencia con sus palmas de las manos en una postura de oración, un simple

Amigos Me da mucha pena dejar de escribirles por tanto tiempo, por un lado Sabores del Alma en vivo ha  tenido mucho éxito y ya estoy más preparada para poder dar mis clases de cocina. Espero que todo siga como hasta ahora y tenga mucho trabajo y ganas de seguir aprendiendo; y por otro lado pues el tiempo que me queda para escribir es muy poco, entre casa, chicos, marido, lavado, planchado...etc. de verdad siempre muero de ganas de escribir en el Blog. Pero bueno, aqui andamos de nuevo y espero que ahora si sigamos esta aventura culinaria juntos; esperen pronto los videos, mucha gente me ha pedido que ponga videos y pues mi hija ya me  convenció, asi que ya me verán en vivo y a todo color... que miedo. Esta receta me la dió una  mujer que conocí en una meditación guiada, tiene una de esas voces que con tan solo oirla nos transporta a donde ella quiere llevarnos, su tono de voz y la calma con la que habla son increiblemente sanadoras. Platicando después de su clase me dijo que sabí