¿Y cómo no tener que decir algo en el Día Internacional de la Mujer?
Cuando era una adolescente pasaba por mi cabeza muy frecuentemente la idea de tener más ventajas si hubiera nacido siendo varón, sobre todo en esa edad, en la cual a las mujeres nos cuidan mucho más en nuestras casas.
Yo tengo 2 hermanos mayores, mi casa siempre estaba llena de sus amigos, y recuerdo que desde muy chica mi mamá me pedía que me comportara como una ¨mujercita¨ - cierra las piernas- , -siéntate bien-, -no digas malas palabras-, -no te lleves pesado con los hombres-, etc. Lo malo de tanta restricción terminó en que a muy temprana edad se me desarrollara el gusto por el género masculino; pero además de todo, descubrí que ser mujer tenía sus ventajas, mi feminidad comenzó a gustarme y de pronto ya no hubo quien me parara, y decidí que yo podía hacer lo que yo quisiera si me lo proponía, y a si fue.
No hay que ser feministas para sentirse más mujer, al contrario. En el momento que uno se admite tal y como es, sabiendo que no somos más fuertes (físicamente) que ellos, aceptando que la cabeza (en el caso de ellos) no dirige nuestras decisiones si no el corazón y sobre todo que cuando se trata de ¨entregarse¨ no es una mera necesidad física, es una necesidad del alma; solo así viendo de frente nuestras diferencias y aceptándonos tal y como somos podremos sentirnos orgullosas de ser Mujeres.
Démonos permiso de llorar, cuando lo necesitamos, de reir a carcajadas, de abrazarnos unas con otras, de decir todo lo que necesitamos decir, de pedir a nuestra pareja lo que realmente queremos de nuestra relación, de ver a nuestros hijos crecer y sentir miedo de que partan algún día, de vernos desnudas y en lugar de criticarnos dar gracias por cada cicatriz que la vida nos ha dejado. Dense permiso de salir al jardín, respirar profundamente y si sentimos que queremos gritar, pues gritemos.
El mundo no tiene que cambiar para que las mujeres tengamos más derechos y seamos respetadas, nosotros somos la mayoría en este planeta, tenemos una fuerza tan grande, que solo bastaría con luchar juntas. Reconozcamos que nuestra esencia pura de ser mujer hace la diferencia en cada hogar, y que somos pilares importantísimos.
Madre: solo hay una, que si la tenemos en vida aveces no la sabemos aprovechar y entender, hasta que nos falta y es tarde para darnos cuenta; pero que dejará siempre su esencia y su sabiduría en nosotras.
Hermanas: la sangre llama; siempre estarán ahí para apoyarnos, y su sinceridad que aveces no nos gusta, será única y verdadera; nuestras compañeras y cómplices.
Tías, Primas, Sobrinas: que si no tenemos hermanas se convierten en ellas, muchas veces más cómplices que cualquier persona, las sobrinas que nos hacen sentir viejas pero que nos llenan de amor y esperanza y que además podemos consentir y mimar.
Hijas: y quienes las tenemos podemos decir que son el regalo más grande que la vida nos puede dar, una extensión de nosotras mismas, un reflejo que al mismo tiempo tiene su propia luz, un dolor y preocupación al mismo tiempo; y como mi madre lo dijo - una hija estará ahí siempre para enseñarnos lo que tantas veces ella repitió, y así es.
Amigas: sin ellas no sería lo mismo, una llamada telefónica, un cafecito, un abrazo, y aveces una mirada basta para sentir su amor y su apoyo.
Yo soy tan afortunada de estar rodeada de mujeres maravillosas.
A todas esas mujeres que forman parte de mi vida, les agradezco con el alma ser parte de mi historia, no hay palabras de agradecimiento, solo les puedo asegurar que las amo y las respeto al máximo.
FELIZ DIA DE LA MUJER
(que no solo se celebre este día si no todos los días)
Cuando era una adolescente pasaba por mi cabeza muy frecuentemente la idea de tener más ventajas si hubiera nacido siendo varón, sobre todo en esa edad, en la cual a las mujeres nos cuidan mucho más en nuestras casas.
Yo tengo 2 hermanos mayores, mi casa siempre estaba llena de sus amigos, y recuerdo que desde muy chica mi mamá me pedía que me comportara como una ¨mujercita¨ - cierra las piernas- , -siéntate bien-, -no digas malas palabras-, -no te lleves pesado con los hombres-, etc. Lo malo de tanta restricción terminó en que a muy temprana edad se me desarrollara el gusto por el género masculino; pero además de todo, descubrí que ser mujer tenía sus ventajas, mi feminidad comenzó a gustarme y de pronto ya no hubo quien me parara, y decidí que yo podía hacer lo que yo quisiera si me lo proponía, y a si fue.
No hay que ser feministas para sentirse más mujer, al contrario. En el momento que uno se admite tal y como es, sabiendo que no somos más fuertes (físicamente) que ellos, aceptando que la cabeza (en el caso de ellos) no dirige nuestras decisiones si no el corazón y sobre todo que cuando se trata de ¨entregarse¨ no es una mera necesidad física, es una necesidad del alma; solo así viendo de frente nuestras diferencias y aceptándonos tal y como somos podremos sentirnos orgullosas de ser Mujeres.
Démonos permiso de llorar, cuando lo necesitamos, de reir a carcajadas, de abrazarnos unas con otras, de decir todo lo que necesitamos decir, de pedir a nuestra pareja lo que realmente queremos de nuestra relación, de ver a nuestros hijos crecer y sentir miedo de que partan algún día, de vernos desnudas y en lugar de criticarnos dar gracias por cada cicatriz que la vida nos ha dejado. Dense permiso de salir al jardín, respirar profundamente y si sentimos que queremos gritar, pues gritemos.
El mundo no tiene que cambiar para que las mujeres tengamos más derechos y seamos respetadas, nosotros somos la mayoría en este planeta, tenemos una fuerza tan grande, que solo bastaría con luchar juntas. Reconozcamos que nuestra esencia pura de ser mujer hace la diferencia en cada hogar, y que somos pilares importantísimos.
Madre: solo hay una, que si la tenemos en vida aveces no la sabemos aprovechar y entender, hasta que nos falta y es tarde para darnos cuenta; pero que dejará siempre su esencia y su sabiduría en nosotras.
Hermanas: la sangre llama; siempre estarán ahí para apoyarnos, y su sinceridad que aveces no nos gusta, será única y verdadera; nuestras compañeras y cómplices.
Tías, Primas, Sobrinas: que si no tenemos hermanas se convierten en ellas, muchas veces más cómplices que cualquier persona, las sobrinas que nos hacen sentir viejas pero que nos llenan de amor y esperanza y que además podemos consentir y mimar.
Hijas: y quienes las tenemos podemos decir que son el regalo más grande que la vida nos puede dar, una extensión de nosotras mismas, un reflejo que al mismo tiempo tiene su propia luz, un dolor y preocupación al mismo tiempo; y como mi madre lo dijo - una hija estará ahí siempre para enseñarnos lo que tantas veces ella repitió, y así es.
Amigas: sin ellas no sería lo mismo, una llamada telefónica, un cafecito, un abrazo, y aveces una mirada basta para sentir su amor y su apoyo.
Yo soy tan afortunada de estar rodeada de mujeres maravillosas.
A todas esas mujeres que forman parte de mi vida, les agradezco con el alma ser parte de mi historia, no hay palabras de agradecimiento, solo les puedo asegurar que las amo y las respeto al máximo.
FELIZ DIA DE LA MUJER
(que no solo se celebre este día si no todos los días)
Me gustaron mucho tus palabras. Margarita Grant
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