Hay eventos en nuestra vida que nos marcan de una manera muy especial. Algunos son momentos llenos de felicidad, otros son dolorosos y difíciles de superar, pero todos nos hacen cambiar la percepción de nuestra vida.
Esta semana un desastre natural devastó un pais, tomó por sorpresa a mucha gente inocente y nos demostró que no somos nada ante su magnitud y poderío.
Cuando estaba viendo las primeras imágenes del terremoto y tsunami en Japón me pareció como si fuera una de esas películas apocalípticas, no podía creer que la fuerza del mar fuera tan devastadora.
Despúes con el tiempo han venido las cuentas de los daños, el número de gente fallecida y los desaparecidos. Soñe toda la noche con caritas de niños desesperados, aterrados. Y la pregunta de ¿cómo se puede vivir después de esto? ¿cómo o por donde empezar de nuevo?...Lloré tanto al ver tal devastación; y claro que recordé todo lo que viví en el terremoto del 85 en la Cd. de México, pensar que este terremoto fué 30 veces más potente. No lo puedo imaginar.
En mi meditación diaria siempre agradezco todo lo que tengo, pero ahora más que agradecer me vino a la cabeza el ¿Porqué?, ¿Porqué hay gente que tiene que pasar por estas terribles situaciones? ¿Porqué siempre la gente indefensa o de escasos recursos sufren la pérdida de todo? ¿Porqué estoy tan bendecida y tan llena de oportunidades? ¿Porqué yo?
Sonaba a reproche, pero se convirtió en un sentimiento de búsqueda. Me hizo sentir más que nunca la necesidad de saber lo que tengo que hacer en mi vida, de no desperdiciar ni un minuto esta oportunidad; y sobretodo que estoy aquí por algo. Esta necesidad constante de dar y comunicar no es solo una casualidad, es la guía de un camino que debo andar. Mi motivación llegó como una luz, una revelación.
Entreguémonos a los demás, hagamos caridad, ayudémos a quien más lo necesita. No se compliquen en pensar que se necesita dinero, a veces lo que más vale la pena es el tiempo, los brazos, los oidos, las sonrisas... y como siempre lo he dicho... algunas veces, solo una bolsa de arroz o de frijoles basta para hacer un cambio en la vida de alguien.
Prenderé una vela diariamente esta semana por toda la gente que desapareció, que no tuvo tiempo de decir Te quiero, Te amo, Te necesito... por toda esa gente que perdió a alguien sin poderle decir lo mismo, por esas madres que vivirán con un vacio de por vida.
Escuchando las noticias de este desastre me puse a cocinar una sopa que siempre me ha dado la sensación de sanación, una sopa calurosa que nos hace sentir en casa, y cómo no acompañarla con unos panecitos integrales de lo más fáciles y sanos.
Sopa de Col
Sirve 4 personas
1 cucharada de aceite vegetal
1 Col verde mediana en rodajas medianas
1/2 cebolla en rodajas finas
1 ajo picadito finamente
3 a 4 rebanadas de tocino (pancetta) (de la mejor calidad) picadito en cuadritos
2 cucharadas de pasta de tomate (o puré de tomate)
1 1/2 litros de caldo de pollo (casero o empaquetado)
Sal y pimenta negra molida
Servir con rebanadas de aguacate.
En una cazuela para sopa se calienta el aceite y se pone a freir el tocino, cuando este doradito se saca y se coloca en un plato, reservamos. A temperatura media y en esa misma grasa freimos la cebolla en rodajas y la col finamente picada, dejamos cocinar un poco moviendo para que no se queme, añadimos el ajo picadito y cuando la col esta más flexible agregamos el puré de tomate y el tocino, movemos todo hasta incorporarlo y al final agregamos el caldo de pollo. Dejamos cocinar un poco, y ajustamos el sazón, con un poco de sal y pimienta.
Si el caldo de pollo es casero debe estar perfectamente sazonado. A veces el que se compra en las tiendas viene sin sabor, así que ustedes ajusten si es necesario con un cubito de consome de pollo.
Dejar hervir y bajamos la temperatura, la dejamos por 30 35 min. La col debe estar tierna.
*Para lo mexicanos que gusten del picante o quien lo pueda conseguir, es delicioso agregar junto con el puré de tomate una cucharadita de chile chipotle molido o entero y después se saca.
Se sirve con unas rebanadas de aguacate. *A mis hijos les encanta con crema agria (sour cream).
Por cierto les debo la foto de como se ve servida porque de la emoción y antojo de comerla se nos olvido tomar la última foto...ups!
Esta semana un desastre natural devastó un pais, tomó por sorpresa a mucha gente inocente y nos demostró que no somos nada ante su magnitud y poderío.
Cuando estaba viendo las primeras imágenes del terremoto y tsunami en Japón me pareció como si fuera una de esas películas apocalípticas, no podía creer que la fuerza del mar fuera tan devastadora.
Despúes con el tiempo han venido las cuentas de los daños, el número de gente fallecida y los desaparecidos. Soñe toda la noche con caritas de niños desesperados, aterrados. Y la pregunta de ¿cómo se puede vivir después de esto? ¿cómo o por donde empezar de nuevo?...Lloré tanto al ver tal devastación; y claro que recordé todo lo que viví en el terremoto del 85 en la Cd. de México, pensar que este terremoto fué 30 veces más potente. No lo puedo imaginar.
En mi meditación diaria siempre agradezco todo lo que tengo, pero ahora más que agradecer me vino a la cabeza el ¿Porqué?, ¿Porqué hay gente que tiene que pasar por estas terribles situaciones? ¿Porqué siempre la gente indefensa o de escasos recursos sufren la pérdida de todo? ¿Porqué estoy tan bendecida y tan llena de oportunidades? ¿Porqué yo?
Sonaba a reproche, pero se convirtió en un sentimiento de búsqueda. Me hizo sentir más que nunca la necesidad de saber lo que tengo que hacer en mi vida, de no desperdiciar ni un minuto esta oportunidad; y sobretodo que estoy aquí por algo. Esta necesidad constante de dar y comunicar no es solo una casualidad, es la guía de un camino que debo andar. Mi motivación llegó como una luz, una revelación.
Entreguémonos a los demás, hagamos caridad, ayudémos a quien más lo necesita. No se compliquen en pensar que se necesita dinero, a veces lo que más vale la pena es el tiempo, los brazos, los oidos, las sonrisas... y como siempre lo he dicho... algunas veces, solo una bolsa de arroz o de frijoles basta para hacer un cambio en la vida de alguien.
Prenderé una vela diariamente esta semana por toda la gente que desapareció, que no tuvo tiempo de decir Te quiero, Te amo, Te necesito... por toda esa gente que perdió a alguien sin poderle decir lo mismo, por esas madres que vivirán con un vacio de por vida.
Escuchando las noticias de este desastre me puse a cocinar una sopa que siempre me ha dado la sensación de sanación, una sopa calurosa que nos hace sentir en casa, y cómo no acompañarla con unos panecitos integrales de lo más fáciles y sanos.
Sopa de Col
Sirve 4 personas
1 cucharada de aceite vegetal
1 Col verde mediana en rodajas medianas
1/2 cebolla en rodajas finas
1 ajo picadito finamente
3 a 4 rebanadas de tocino (pancetta) (de la mejor calidad) picadito en cuadritos
2 cucharadas de pasta de tomate (o puré de tomate)
1 1/2 litros de caldo de pollo (casero o empaquetado)
Sal y pimenta negra molida
Servir con rebanadas de aguacate.
En una cazuela para sopa se calienta el aceite y se pone a freir el tocino, cuando este doradito se saca y se coloca en un plato, reservamos. A temperatura media y en esa misma grasa freimos la cebolla en rodajas y la col finamente picada, dejamos cocinar un poco moviendo para que no se queme, añadimos el ajo picadito y cuando la col esta más flexible agregamos el puré de tomate y el tocino, movemos todo hasta incorporarlo y al final agregamos el caldo de pollo. Dejamos cocinar un poco, y ajustamos el sazón, con un poco de sal y pimienta.
Si el caldo de pollo es casero debe estar perfectamente sazonado. A veces el que se compra en las tiendas viene sin sabor, así que ustedes ajusten si es necesario con un cubito de consome de pollo.
Dejar hervir y bajamos la temperatura, la dejamos por 30 35 min. La col debe estar tierna.
*Para lo mexicanos que gusten del picante o quien lo pueda conseguir, es delicioso agregar junto con el puré de tomate una cucharadita de chile chipotle molido o entero y después se saca.
Se sirve con unas rebanadas de aguacate. *A mis hijos les encanta con crema agria (sour cream).
Por cierto les debo la foto de como se ve servida porque de la emoción y antojo de comerla se nos olvido tomar la última foto...ups!
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